tecleo... tecleo... no se que saldrá en este momento del movimiento de mis dedos... tampoco espero hacer un gran discurso, ni menos encantar a muchos con vagas palabras... pero quiero escribir... se me dio la gana... y qué? antes de que mis dedos comenzaran a bailar, veía una fotografía... me deleitaba con sus colores, e intente ver que era lo que me decir... porque no esta alli "porque sí"... esa frase, si bien podemos pronunciarla, no nos dice nada. hay algo, existe una escencia. quien tomo su cámara, quería dar a conocer algo... pero él no lo dice explícitamente, ya que quiere que nosotros descubramos, que intentemos hacer volar nuestra mente, que veamos que no tenemos límites para poder imaginar... es tan grande nuestro mundo por dentro! incluso mucho más grande que el que nos rodea... no, realmente no sé si estoy muy seguro de eso, pero sí sé que al interior de cada uno de nosotros existe una realidad. existe algo que debemos aprender a valorar. existe algo que quiere salir, que quiere ser visto, oído y que quede inmortalizado en el entorno. exteriorizarse, volverse algo real a los sentidos, para luego, quizás, volver al interior, pero esta vez de otro ente. no sólo es artista el que puede capturar un gran momento en un solo click, tampoco lo es sólo el que logra pasar a la historia con sus grandes obras plásticas ni quien descubre la cura para una gran plaga... el artista está en uno, si sabemos expresarnos, si sabemos exteriorizar eso que hay dentro... si sabemos decir la palabra justa en el momento indicado, si aprendemos a dejar fluir esa escencia que tanto clama! no dejemos que lo que llevamos por dentro quede al otro lado del espejo... porque como expresión del alma, como ente inmortal, debemos hacerlo saber a los demás.
"jaime" (entrecomillas) es solo un simple ente que llegó a este mundo un diecinueve de julio el año mil novecientos ochenta y nueve... gusta de alzar la vista hacia el cielo para ver las formas que pueden fabricar los blancos algodones que muchos llaman "nubes", también de caminar, de disfrutar los momentos con su familia, sus amigos, su media naranja... su entorno. Lo único que espera es dejar una huella en quienes lean o simplemente pasan el día o parte de ellos junto a él. Un pequeño fragmento, una pequeña gota de esperanza, un pedacito de simpleza puede llenar más de lo que uno puede llegar a esperar